Un servidor virtualizado en una empresa muy famosa, de esas que se anuncian en la tele. Saltan las alarmas, servicio web caído. Entramos, la carga disparada pero el tráfico y uso de recursos es bajo. No tiene sentido, el servidor recibe los ataques habituales de fuerza bruta, pero no a un nivel para tumbar la máquina.
Todo pinta a que el problema está en el servidor anfitrión, optamos por reiniciar. No pasa nada. Esperamos. Sigue sin pasar. Llamamos al soporte y amablemente dicen que ¡el reinicio puede tardar una hora!
Efectivamente tarda lo prometido y más. Tras casi 4 horas de caída, el servicio vuelve a funcionar correctamente. Conclusión, recomendamos al cliente cambiar de proveedor.