Gronholm planta cara a Loeb.
Texto: Oscar Reixa, fotos servicio de prensa de marcas.
Marcus Gronholm siempre dijo que el Rallye de Finlandia era uno de los pocos en los que podrían poner en aprietos a los invencibles Citroën y acertó. La de Finlandia supuso la quinta victoria de Gronholm en su tierra natal y la primera de su equipo en la temporada.
El Rallye de Finlandia es famoso por sus saltos y las altas velocidades que se alcanza, en esta edición las medias rozaban los 130 km/h, por ello para ganar en Finlandia hay que tener mucho temple y un gran conocimiento del terreno.
La actuación del finlandés fue sublime y esta vez tanto el 307 WRC como los neumáticos Pirelli funcionaron a la perfección en unos tramos ligeramente embarrados. Aunque Solberg ganaba el tramo espectáculo inicial y Loeb el primer tramo, Gronholm no daba opción y se hacía con el liderato en el tercer tramo, a partir de ahí fue asentándose en la primera plaza aunque siempre con Loeb pegado a los talones.