Final inesperado.

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Una de las cosas que hacen distintos a los rallyes de otras especialidades es su carácter inesperado, en algunas ocasiones los finales son de infarto y todo puede suceder. Ese fue el caso del Rallye de Ourense donde lo que parecía una clara victoria de Vinyes acabó siéndolo de Hevia. Más que nunca en Ourense no se pudo decir quien había ganado hasta el final de la prueba.

El rallye de Ourense se caracteriza siempre por las altas temperaturas que se alcanzan así como por los muchos cruces que hay en su recorrido, al más puro estilo gallego. La prueba parecía ser una continuación del Rías Baixas, sobre todo en el shakedown donde la mayoría de los pilotos oficiales pinchaban en el tramo de pruebas. Por suerte para los pilotos durante el rallye no sucedió lo mismo aunque las sorpresas fueron otras.

El rallye de Ourense se caracteriza siempre por las altas temperaturas que se alcanzan así como por los muchos cruces que hay en su recorrido, al más puro estilo gallego. La prueba parecía ser una continuación del Rías Baixas, sobre todo en el shakedown donde la mayoría de los pilotos oficiales pinchaban en el tramo de pruebas. Por suerte para los pilotos durante el rallye no sucedió lo mismo aunque las sorpresas fueron otras.

El primer scratch fue para Fuster aunque Ojeda reaccionaba y se hacía con el liderato al final del primer bucle, tras él se situaba el segundo Peugeot de Vinyes, el tercer puesto lo ocupaba Hevia. En el bucle veíamos a un incisivo Vallejo, quien en casa de su principal patrocinador buscaba cuajar una buena actuación. En la parte negativa veíamos como el actual Campeón de España de Gr.N, Pedro Burgo, abandonaba en el segundo tramo con problemas eléctricos, mientras que Rueda veía como el motor de su Clio Super1600 decía basta.

Tras la primera asistencia en Ourense, se repetían dos de los tres tramos de la mañana, Ojeda defendía su posición con uñas y dientes, mientras que Hevia lograba arrebatarle la segunda plaza al andorrano situándose a 19 segundos del cántabro. Vallejo forzaba demasiado la máquina de su vetusto Punto y cometía un error en el quinto tramo que se saldaba con un vuelco y el irremediable abandono, Carballido sufría el mismo percance y también se salía en el mismo punto que Vallejo.

En el ecuador del rallye, todo parecía decidido a favor de Ojeda, pero aún quedaban las dos pasadas por el Cañón do Sill un tramo muy rápido y técnico que suele decidir el rallye. Ojeda aguantaba en ataque, Vinyes lograba superar a Hevia, mientras que Fuster conseguía mantener el ritmo de cabeza.

Pero en la segunda pasada por el Cañón, la caja de cambios de Ojeda fallaba con lo que el cántabro perdía más de un minuto y todas las opciones a la victoria. Vinyes se hacía con la primera plaza, mientras que Hevia era segundo y Fuster tercero a 10 segundos del líder.

Todo ello a falta de un tramo, nadie daba el brazo a torcer y los tres salían a por todas al último tramo y sucedía el drama final para la jornada. Vinyes no aguantaba la presión de los hombres de Renault y realizaba un trompo a cuatro curvas del final. El tramo lo ganaba Hevia y con él se hacía con un triunfo que supone un espaldarazo a sus aspiraciones al título.
En el grupo N la victoria fue para Colldecarrera quien se impuso con autoridad aunque se vio beneficiado por el abandono del gallego Burgo en los primeros compases del rallye. Segundo fue Gutiérrez y tercero Delgado.

En el Desafío Peugeot el asturiano Vallín dominó la mayor parte del rallye aunque se vio obligado al abandono. La victoria fue para Mascaró, seguido de Basols y Ramirez.